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miércoles, 27 de febrero de 2013

El "skimming" es un método para el robo de datos mediante la clonación de las tarjetas de crédito sin que éstos lo sospechen, y se realiza tanto en cajeros automáticos como en los propios establecimientos.
En los cajeros, los estafadores suelen colocar un lector de tarjetas magnéticas en la ranura donde el cliente inserta la tarjeta. El dispositivo "lee" la información de la banda magnética y la transmite a otro aparato, donde quedan almacenados los datos.
En ocasiones los delincuentes colocan cámaras de vídeo en los cajeros para grabar el código de seguridad (PIN) del usuario mientras éste lo teclea. Por este motivo es muy importante tapar el código en este momento.
El Skimming también se practica en discotecas, restaurantes, tiendas… Para ello, cuando los empleados estafadores solicitan la tarjeta al cliente para cobrar, no sólo utilizan el habitual dispositivo de pago (TPV) sino que, además, pasan la tarjeta por un pequeño lector de bandas magnéticas, que les permite obtener y guardar los datos.